Pinotepa Nacional Oax., 16 febrero 2023.El 16 de febrero del 2018 a las 17 horas con 39 minutos se registró un fuerte terremoto de M7.2 en el sureño estado de Oaxaca. Tuvo su epicentro a 14 km al sureste de Pinotepa Nacional a una profundidad superficial de 16 km y se presentaron más de 8,000 replicas, siendo las más significativas de M5.9 y M6.0. A pesar de tener una magnitud similar al sismo del 19S, fue 1.5 más grande en liberación de energía de acuerdo al SSN.
El temblor fue percibido en los estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Puebla, Morelos, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco, Estado de México, Ciudad de México, Michoacán y Jalisco. No hubo víctimas mortales y sólo se presentaron daños materiales en Oaxaca. Este movimiento telúrico ocurrió a cinco meses del terremoto de Tehuantepec del 7 de septiembre y Puebla el 19 de septiembre, ambos en 2017.
En la costa de Oaxaca, el terremoto causó daños materiales graves en los municipios de Pinotepa, Huaxpaltepec, Huazolotitlán, Jamiltepec y Tututepec. Provocó el desgajamiento de un cerro sobre la carretera de Pinotepa a Puerto Escondido a la altura del Rio de la Arena, lo que impidió el tránsito en 18 horas, mientras en Villa de Tututepec el desprendimiento de una gran roca destruyó una vivienda. En el centro del país se activó la alerta sísmica y a pesar que se percibió de manera leve-moderado no se presentaron afectaciones, sólo desprendimiento de fachadas en edificios que presentaban daños por los terremotos de septiembre del 2017.
La zona de Pinotepa Nacional es altamente sísmica, debido a la interacción de la Placa de Cocos y la Placa de Norteamérica, además de fallas superficiales que se hayan en el bloque nombrado Xopala, el cual forma parte de la Placa de Norteamérica.
Este Bloque es quizás el más sísmico de México, vinculado a grandes terremotos como el 8.6 Mw San Sixto (1787).
Después del sismo se reportaron heridos en la zona aledaña al epicentro, no hubo víctimas mortales, sin embargo la misma noche del 16 de febrero del 2018, el helicóptero militar Sikorsky UH-60 Black Hawk en el que viajaban el gobernador de Oaxaca Alejandro Murat y Alfonso Navarrete Prida, junto con el jefe estatal de protección civil quienes iban a evaluar los daños causados por el terremoto, tuvo un percance que terminó en tragedia. Al llegar a la zona de destino en Santiago Jamiltepec el terreno estaba muy seco, lo que provocó que desde 100 metros antes de aterrizar, la turbina de aire generara una gran nube de polvo que hizo perder a los pilotos la referencia de donde se encontraban y la aeronave cayó a tierra y se estrelló sobre dos camionetas que aguardaban en un terreno descampado en el cual se habían refugiado habitantes de la zona después del terremoto; 15 personas, todas ellas en tierra, murieron, otras más fueron llevadas al hospital y un número no determinado de heridos.
La preparación no es solo practicar simulacros o tener una mochila de emergencia: también consiste en revisar la seguridad estructural de nuestros inmuebles con especialistas, mantenerse informados y aprender de los peligros naturales a los que estamos expuestos en donde vivimos y muy importante, es mantener la memoria colectiva de eventos del pasado para aprender de ellos, no dejarlos en el olvido.
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