Pinotepa Nacional Oax., 04 diciembre 2015. Con un llamado a inculcar la vocación sacerdotal desde el seno familiar, el obispo de la Diócesis de Puerto Escondido, Pedro Vazquez Villalobos, ordenó sacerdote a Mario Hernandez Garibo, este mediodía en el templo de Santiago Apóstol de esta ciudad costeña.
A las once de la mañana se dio inicio con la misa de ordenación, el cual fue dirigida por el Obispo, Vazquez Villalobos, quien tiene a su cargo a un promedio de 40 sacerdotes para pastorear a más de 500 mil católicos en la costa de Oaxaca.
Ante los fieles católicos de esta ciudad, se llevó a afecto el rito de ordenación sacerdotal de Mario Hernandez Garibo, quien recibió la bendición del cuerpo de ministros de esta diócesis.
El obispo, durante su homilia, dijo que son ya cinco personas a las que ordena durante su estadía en esta diócesis, por lo que, instó a la concurrencia a insistir a sus hijos a la vocación sacerdotal, ya que, “urgen personas para la vida pastoral y vocacional”.
“Es en el seno familiar donde debe iniciar la vocación al sacerdocio, por eso, cada hogar católico debe enseñar el catecismo y hacer de su casa un seminario”, reiteró el encargado de más de 30 parroquias y 750 iglesias, en la cual está estructurado la Diócesis de Puerto Escondido.
Fueron nueve años de preparación para llegar a este momento, mencionó Mario Hernandez Garibo, quien nació en el Barrio de la Posta de esta ciudad, “un año de curso introductorio,, tres de filosofía, cuatro de teología y un año de servicio”.
Agregó que ahora, inicia una nueva etapa en su vida, ya que estará al servicio de la grey católica de Rio Grande, parroquia en donde iniciará sus labores pastorales.
“Los sacerdotes no deben ni pueden dar un mal ejemplo, por el compromiso que se adquiere, mi vida ahora cambia radicalmente y seguir el ejemplo de Cristo de entrega y servicio a los demás”.
En este sentido, el Obispo Vazquez Villalobos, dijo que no cualquiera puede ser sacerdote, sino sólo aquellos que sean llamados por Dios y tengan la convicción de entrar a una vida de abnegación.” Es necesario una recta intención, el cual se va cultivando desde el hogar; este oficio no es para aquellos que llevan otras intenciones como la de adquirir poder humano para sus propios intereses” afirmó.
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